Un Minuto Positivo (I)

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Nunca vas a poder ver una victoria por fuera si primero no la alcanzaste en tu corazón y en tu espíritu. Este es el tiempo que Dios te da para que te desates de todo tipo de mandatos, condenaciones y vendas que te hicieron un hombre débil e infeliz.

En este tiempo, Dios está levantando una generación de hombres prácticos, que no están analizando todo el día, pensando o cuestionando. Hombres que cuando Dios les da una palabra, la obedecen, cuando Dios les da un sueño corren detrás de él. Sos vos, el que vas a pulverizar todas las cosas que el legalismo puso en tu cabeza “de que los hombres no lloran, somos machos” y cuantas cosas más.

Sos la generación de José, varón que vas a dejar huella; vas a instalar un tiempo nuevo y vas a alcanzar tu sueño. No sos el modelo de este mundo, sos el modelo del Reino de Dios.

Dios te va a hacer recordar quién sos: sos un hijo de Dios. Hay sueños grandes en tus manos y todo lo que declares con fé, será hecho, y todo lo que hagas prosperará. Recordá que tu fuente es Dios y verás su Gloria derramarse en tu familia. Cuando Dios te da un sueño, te saca del estado de atraso de donde estás, de tu vieja adoración, de tu vieja oración, y de tu viejo sistema religiosos para introducirte en la avanzada.

Jonatán representa el nuevo modelo masculino, varones con armas en sus manos que van a pelear la buena batalla de la fe, que van a decapitar a los gigantes, que van a hablar palabras de bendición, van a declarar milagros y Dios va a respaldar esas palabras. Dios va a darte la victoria. Pero tenés que dejarte formar por el Señor.
Para que tu “hacer” sea bendecido, tu “ser” tiene que ser cambiado.

Dios te va a dar un carácter indestructible para las pruebas, y vas a descubrir que estás hecho para tener victoria en todo momento. El diablo se asusta cuando ve a un varón que tiene el carácter de Cristo. Así que Dios te va a formar, te va a dar una espada. Tu carácter va a avergonzar al enemigo: carácter de amor, de autoridad, de cuidado, de ser como Cristo, hatá que el enemigo tenga que huir de tu huerto.

Sos el que va a traer la presencia de Dios a la ciudad, a tu familia, a tu descendencia, a tu vida misma en el nombre de Jesús.

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