¡¡Cállate!!
«..Los líderes judíos se enfurecieron por la acusación de Esteban y con rabia le mostraban los puños; pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Y les dijo: «¡Miren, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios!».
Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.» (Hechos 7:54-60)
¿Cuándo tú harías callar a alguien? Si vemos en el versículo 57 la actitud de quienes oían a Esteban: «..Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar.» ¿Por qué?
En un recorrido por la Biblia vemos algo muy particular, la gente «buena» siempre termina airada por el mensaje del Evangelio (lee Marcos 6:17,18 y 25 & Lucas 4:29,30), siempre a quienes oficiaron de mensajeros fueron perseguidos, injuriados y asesinados de formas horribles (lee 1 Reyes 19:1-3).
Solo aquellos que tenían padecimientos agudos recibían el mensaje como un bálsamo..
«Solo los que tienen un corazón dispuesto ya sea por necesidad o por alguna razón están dispuestos a recibir el mensaje»
Pero los demás, los «sin necesidad de nada», lo odiaban, les era molesto, los ahuyentaba pero no sin antes intentar callar primero lo que les causa escozor.
Ahora vemos que el mundo corrupto, blasfemo y que cada vez se aleja más de Dios, nos agradece, nos escucha e incluso se conmueve con nuestra expresión de recogimiento y solemnidad, pero ¿por qué a todo el mundo le agrada el mensaje? ¿por qué si la oscuridad no soporta la luz? ¿por qué si la gente buena no se agrada cuando le dicen que es mala? ¿qué cambió? (lee Juan 1:9 & Juan 3:19)
Sabemos que el mensaje es el mismo y lo malo sigue siendo malo, y si la gente todavía no soporta que le digan que se equivocó, ¿entonces..? no creo necesario contestar eso.
En toda historia las revoluciones o reformas fueron lideradas por unos pocos, los cuales no callaron, los cuales incluso en los escenarios más adversos (Los profetas, Noé, Moisés, Jesús, los discípulos, los discípulos de los discípulos, Lutero, Huss, Jean Canut D’von, etc.) a todos los hicieron callar, pero ellos no callaron, porque el mensaje lo valía (lee Juan 1:19-34), porque el Reino de Dios lo valía y sé que sigue teniendo el mismo valor.