Brooke Fraser – “Day Is Dimming” [El Día Está Oscureciendo]

Por Josafat | 23 diciembre, 2010 1 Comentario

Hace mucho que no escribo, y sinceramente ha pasado muchísimas cosas al final de este año, las cuales han llenado mi corazón a tener mucho que decir. Pero muchas de esas cosas han pesado tanto en mi corazón que llegaron a hacerme sentir que mi corazón se sentía sin fuerzas para poder escribir al menos una línea.

Hoy, no quería dejar pasar el día sin al menos no haber escrito al menos unas líneas. Mas allá que ya me había comprometido a escribir en este día. Fue a principio de este mes, que me había comprometido con mi corazón a escribir.

Pero nunca imagine que en menos de un mes pasen tantas cosas. Quizás no sea conveniente hacer un conteo de cuantas cosas fueron buenas y cuantas fueron malas… pero si, me gustaría centrarme en que tanto como en las cosas buenas o malas; en las tormentas, como en los días despejados con mucho… Siempre, pero siempre allí ha estado Dios. Bien cerca como para que mi alma tome aliento y siga caminando.

Quizás al expresarme así, estoy tratando de que este artículo sea diferente y por ello, también quiero compartir una canción que al momento de oírla, cautivo mi corazón por las palabras sencillas, profundas y románticas con las que se expresa. Haciendo de ella, una canción diferente, con una historia personal con Dios.

Esta semana me toco vivir una situación incómoda, donde se tuvo que confrontar un problema bastante grave. Al inicio alguien tomo la palabra dirigiéndose al grupo, dado que había realizado una serie de decisiones desacertadas durante un largo periodo. Esta persona comenzó diciendo “Yo… yo quiero irme al cielo…” mientras que sus ojos se ponían vidriosos, recordando lo sucedido.

 

Toda esa imagen  me hizo recordar a muchísimos rostros que me ha tocado ver  a lo largo de este año. Rostros desencajados, que son capaces de reír… pero en su interior siguen mostrando un dolor profundo, de alguna forma dicen estar bien… pero uno se da cuenta que no es cierto, y que está llevando una carga… tan pero tan grande que sus ojos suelen estar cabizbajo, se sienten tan frustrados consigo mismos… que su alma se llena de amargura y la palabra Dios tan solo son un recuerdo vano en sus mentes.

Por lo general esto suele suceder cuando llega al punto en donde los ojos de uno se apartan del Maestro, al punto en que se deja de mirar al Creador y se entretienen con cosas pasajeras, simples, que solo ayudan a pasar el momento pero dejando un vacio más grande que antes. Lentamente los pies se comienzan a deslizar y los pasos comienzan a resbalar del camino.

El rey David en el Salmo 51, da muestra sobre la preocupación y los deseos de un pecador realmente arrepentido. Sintiendo el peso por un pecado muy grave, suplica el perdón de Dios. En el versículo 12 dice: “Vuélveme el gozo de tu salvación”, no hay ningún fundamento pero creo que en este año esas caras que vi, estaban clamando por dentro lo mismo que David. Solo que su corazón se endurecen, mostrándose fuerte ante otros…  pero lo único que hacen es alargar aun más el sufrimiento que va por dentro.

Pero así mismo,  como he visto a muchas personas en este año, también me ha pasado a mí tanto como en este año o en otros pasados. Que ha sido lo mejor de todo ello? Es la noche del día en que la fortaleza de uno… se desmorona, donde la armazón que me hace fuerte…. queda a un lado. Dejándome al desnudo delante del Señor, sin ningún pretexto o excusa, solo diciéndole casi en un gemir “Sabes… no puedo más… te extraño… ya no sé lo que es caminar y sentir tu abrazo… ya no escucho tu voz por las noches… ya no siente tu toque… ya no siento tu voz diciéndome que me amas… me he apartado y ya no aguanto esta situación si Ti Puedes solamente tomarme, ahora quiero volver a caminar contigo.”

Es justo allí cuando me doy cuenta, que cambiaria todos esos días que son vividos por mi cuenta, tan solo por un día con el Señor. Cambiaria todos los elogios, aplausos, logros, meritos, hazañas por robarle una sonrisa al Maestro.

 

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El día está oscureciendo y yo te anhelo

No voy a estar satisfecha hasta que vea tu rostro

Cada victoria, cada pérdida

Cada boleto, cada cruz

Tú puedes ponerlos en su lugar

 

Parece que estoy encontrando algo más del por qué

En estos momentos

Siento que estoy hecha para cantar cuan bueno eres Tu

Mientras más años maravillosos pasan

Y cada segundo más que el anterior

Esta es la verdad, por lejos

 

Que no hay pensamiento profundo o rima ingeniosa

Ningún vuelo tan sublime, ni línea melódica

No hay teoría, filosofía o señal

Que pueda explicarlo

Que pueda explicar

 

Donde tu estas, quiero estar

Es tu amor que me ha cambiado

Daria el mundo y todos sus encantos

Por un momento en tus brazos

Mejor es un día contigo

Que mil en algún otro lugar

Que mil en algún otro lugar

 

Todavía me acuerdo que es lo que se siente antes de vos

Todos los días estoy agradecida por como las cosas han cambiado

Te agradeceré de todas las formas en que pueda

Porque mi vida solo comenzó

Cuando te oí, llamarme por mi nombre

 

Ahora, ninguna alabanza de hombre

Ninguna aclamación

Ninguna clase de humildad o tipo de fama

Ningún poder, riqueza o ganancia mundana

Me podrían satisfacer

No podrían satisfacer

 

Pues donde Tu estas, yo quiero estar

Es Tu gracia la que me ha levantado

Daria toda mi vida para honrarte

Por quien yo vivo

Y por quien yo me muevo

Mejor es un día contigo

Que mil en algún otro lugar

 

Mejor es un día en tus atrios

Mejor es un día en tu casa

Mejor es un día en tus atrios

Que cualquier otro lugar

Guíame, guíame

Guíame hasta ti

Guíame hasta tu corazón

 

Donde tu estas, yo quiero estar

Es tu amor que me ha cambiado

Doy mi vida para honrarte

Por quien yo vivo

Y por quien yo me muevo

 

Mejor es un día contigo

Que mil en algún otro lugar

Que mil en algún otro lugar

 

Guíame hasta ti

Guíame hasta tu corazón

Me encontrare en Ti

Me encontrare en Ti

Aquí hay paz

Aquí hay alegría

Aquí hay vida

Aquí hay libertad

Libertad