Manifiesto
«Los sentimientos y pensamientos necesariamente deben recaer en una persona, de lo contrario solo serían meras ideas..»
Abres tus ojos y recuerdas que respiras.. lo has hecho durante toda la noche inconscientemente pero esta vez comprendes que sigues aquí: viviendo.
Las manecillas del reloj continúan fielmente, se mueven igual que ayer.. y en treinta años más es muy probable que sigan moviéndose bajo el mismo compás, con el mismo ritmo.
Una de las maravillas de la Creación que más he admirado (siempre) es aquel momento en el que el Sol ha terminado su historia, ya no tiene más que hacer, ya ha cumplido su labor.. Y llegado el momento, desciende hasta un punto perfecto en el horizonte.. Se tiñe intensamente de escarlata y muere.
Una vez un hombre expresó sabiamente las siguientes palabras:
«Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará;
no hay nada nuevo bajo el sol»
(Eclesiastés 1:9)
Y así es como mañana una vez más abrirás tus ojos y recordarás que respiras.. porque lo has hecho inconscientemente toda la noche.. entonces comprenderás que sigues aquí: viviendo.
¿De esto se trata la vida? ¿Estás aquí para abrir tus ojos cada mañana, mirar un atardecer al despuntar el día y esperar que el cansancio te acabe para volver a comenzar?
Desde que tengo consciencia y memoria he oído y he percibido a mi alrededor el inherente deseo del hombre por encontrar la fuente de la felicidad.
Un día decidí hacer una lista de aquellas cosas que según todos me harían ser feliz:
– Obtuve la más alta calificación en la escuela. Sí, ¡Estaba feliz! Hasta que recordé que la próxima semana tendría una nueva evaluación. Honestamente, mi felicidad duró cinco minutos.
– Ahorré dinero y me compré lo que había estado ambicionando desde la navidad pasada en donde todas las tiendas comerciales publicitaban el juguete del siglo. Lo tuve en mis manos. ¡Era hermoso! ¡Cuán feliz me sentía! El siguiente domingo mi prima me mostró una revista llena de juguetes aún más fascinantes que el que tenía (aún guardado en su cajita, con aroma a nuevo y con garantía sin utilizar). La felicidad quedó en el olvido. Ahorraría para obtener ese ansiado juguete nuevo otra vez.
– Los años pasaron y un día conocí a un chico, al cabo de varios meses me manifestó un interés más que especial, yo sentía lo mismo por él. Supe que me había enamorado. ¡Estaba recontrahiper feliz! Hasta que tuvo que dejar la escuela. Las sonrisas y conversaciones de cada recreo se transformaron en un mar de lágrimas. ¿Felicidad.. dónde estás ahora?
Ok, me dirás: ¿Estás comparando tu insignificante experimento de la búsqueda de tu felicidad con MI búsqueda de la felicidad?
Es cierto que un juguete no se puede comparar con el sueño de la casa propia, pero si hay un punto en común, es que en ese tiempo ESO era todo lo que yo más deseaba al igual que tus PRESENTES deseos que crees que te harán dichosa y completamente feliz.
Quiero hacer una declaración pública de la cuál me haré COMPLETAMENTE responsable, aquí y ahora:
No importa cuán grande sea tu lista de cosas por hacer, conquistar, conseguir, sentir, vivir, alcanzar.. Puede ser tan gigante como una lista de supermercado o lo suficientemente pequeña como para enumerarlas con una mano.
¡La vida es más que esto y aquello!
¡Tu vida es MUCHO más que conseguir aquellas cosas que hoy parecen ser inalcanzables y que te hacen suspirar cada noche antes de dormir!
¡Tú estás en este escenario para cumplir un papel, que solo TÚ puedes cumplir!
¡La realidad.. tu realidad no se condiciona por lo que tu crees, piensas, sueñas, anhelas y esperas!
La vida ha sido CREADA y solo el CREADOR conoce el propósito.. y querido lector:
¡EL PROPÓSITO DE TU VIDA HA SIDO REVELADO!
Y esa Verdad ha sido expresada por medio de este pasaje:
«Porque de tal manera AMÓ Dios al Mundo que ha DADO a Su Hijo unigénito para que TODO aquel que en Él cree no se PIERDA sino que tenga VIDA ETERNA» (Juan 3:16)
Dios está allí. Expresado en esa verdad absoluta que no depende de lo que tú crees, ni depende de lo que tú esperas, o escoges.
«Todo lo que vemos como realidad depende de Dios. Hay una creación y un Creador, nada más. Y la creación obtiene su significado y propósito en Dios» (John Piper)
Tú estás en el escenario pero tú NO eres el protagonista. Ni yo soy la protagonista de la historia de la Creación.
El telón ha sido abierto para representar fidedignamente el Mensaje del Evangelio de Jesucristo, la Verdad, la Vida que ha venido a vivificar al Ser creado. El Amor de Dios expresado al hombre por medio del sacrificio de Jesús, porque SOLO y ÚNICAMENTE Él podía tomar tú lugar y mí lugar en la Cruz.
Te aseguro que tu vida continuará siendo monótona y sin significado ni sentido si CONTINÚAS pensando que la Historia se trata de ti o de mí.
Quiero que por un momento asimiles la tremenda revelación y el gran privilegio que hemos tenido como HUMANIDAD de tener entre nosotros la persona física, humana, real de Jesús, Hijo del único Dios viviente.
Él caminó entre nosotros. Él bebió nuestras aguas. Él respiró nuestro aire. Él estuvo bajo el sol que cada tarde vez morir y cada mañana vez renacer.
Él murió en la cruz y Él resucitó al tercer día como lo prometió conquistando y venciendo la muerte para que tú y yo abriésemos los ojos ante la verdad de que NUESTRA ÚNICA FELICIDAD reside en DIOS: Nuestro Creador.
¿Cuántas veces tendrás que leer que en Dios encuentras la felicidad?
La respuesta a la búsqueda de la felicidad ha sido respondida y tiene un nombre, y ese Nombre es: Jesús.
«Si sólo se preocupan por su propia vida, la van a perder. Pero si están dispuestos a dar su vida por causa mía, les aseguro que la van a ganar» – Jesús
(Mateo 10:39)
Si tú eres cristiano y ya habías asumido esta Verdad, permíteme hacerte una pregunta:
¿Te sientes más amado porque Dios te considera importante o porque Él es importante para ti?
No le des más valor a la vida que a Cristo.
Pierde tu vida, vive Su vida. Vive para Él y hallarás la felicidad.
No te garantizo sonrisas, deleites, placeres porque sería un discurso falso.
Pero, Sí te garantizo que VENCERÁS porque Él te dará la victoria.
«Les digo estas cosas para que estén unidos a mí y así sean felices de verdad. Pero tengan valor: Yo he vencido a los poderes que gobiernan este mundo» – Jesús (Juan 16:33)