Ni más, ni menos: HOMBRES

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Dime: ¿Quién era David antes de transformarse en rey de Israel?
¿Quién era Moisés cuando estuvo por cuarenta años en el desierto?
¿Quién era Daniel antes de ser tomado cautivo?
¿Quién era Gedeón antes de la batalla de los trescientos?
¿Quién era Nehemías antes de la restauración de los muros de Jerusalén?
¿Quién era Salomón antes de ser considerado el más sabio de entre los hombres conocidos?
¿Quién era Abraham antes de transformarse en el Padre de multitudes?
¿Quién era Pedro, quien era Juan, quien era Jacobo antes de ser considerados los amigos de Jesús..?
Y la lista podría ser incalculablemente larga hasta tornarse aburridora.

¿Te has detenido a pensar por un momento en que hizo de estos hombres lo que hoy conocemos, lo que hoy admiramos, elogiamos, y hasta queremos imitar..?

Me alegra profundamente entender que no se habrían transformado en quienes la Biblia relata si no hubiesen comenzado siendo simplemente HOMBRES, comunes, sencillos tal cual como tú y yo. De personalidades múltiples, con diversos caracteres, envueltos en colores, medidas, lenguas, familias, crianzas, etc. como un hermoso abanico de posibilidades por usar.

La carta a los Romanos, en el capítulo nueve, vers. Veintiuno dice:

“El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Con el mismo barro puede hacer una vasija para usarla en ocasiones especiales, y también una vasija de uso diario.”

De seguro al igual que me ha sucedido a mí, te has sentido “inútil”, “demasiado joven”, “incapaz” y cientos de muchas excusas han atravesado tu mente para determinar que tú no eres el más idóneo para estar en primeras líneas, ni para siquiera estar en las líneas del servicio a Dios.

Aquí hay ejemplos de hombres que dejaron de mirarse a ellos mismos, y comenzaron a ver la gran necesidad a su alrededor.
De esto se trata la compasión, de olvidar las excusas que nos alejan de los sueños que Dios ha puesto en nuestros corazones.

Hebreos 10: 23 nos anima diciendo:

“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa”

Y el que nos llamó, ha sido el mismo que llamó a todos estos grandes hombres y mujeres de Dios.

Las 3 palabras claves son:

CONVICCIÓN
DETERMINACIÓN
CONQUISTA

Si, ni más, ni menos: Hombres… más ¡el Todopoderoso está contigo como un poderoso gigante!

1 Comentario

  1. moises claarr vasquez

    22 septiembre, 2012 at 2:56 pm

    hola soy cristiano detodistalibre

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