Sobre mí
Han habido momentos en los que lo único que he deseado es estar en Casa junto a Ti.
A veces no logro comprender Tu forma de guiar mi vida. Como cierras puertas y desechas sueños y esperanzas que he presentado delante de Ti.
Pero cuando me he sentido rota por dentro, descorazonada y sin un rumbo por seguir.. He sentido Tus brazos a mi alrededor, sosteniéndome.. mientras me susurras cuánto me amas!
No estoy interesada en entender Tu obrar. Solo quiero que me transformes en aquella chica que hay en Tu corazón. Y si para ser aquella debo ser desecha y vuelta a hacer: Hazlo!
Un día hace años atrás prometí darte toda mi vida, cada área, cada rincón, y rogué dedicar mi vida a Tu servicio. Así que no hay más que decir. Soy Tuya, Señor!
Si brillo, si de alguna forma u otra puedo bendecir a alguien hoy.. sé que eres Tu envolviéndome en Tu gran amor, misericordia y gracia. Permanezco en quietud delante de Ti, creyendo que Tus pensamientos para mí son perfectos, buenos y agradables.
Que aquellos altos pensamientos que tienes para mí, llenarán cada rincón de mi corazón.
Este ha sido un tiempo difícil, de renuncias, de aprendizajes, de estar en Tu taller.. siendo objeto de Tu trato íntimo y personal.
Y aún cuando este proceso no ha terminado, ni he pasado al siguiente escalón.
¡Te adoro! Con las fuerzas que has renovado en mi interior. Con el corazón adolorido. Con los nuevos cánticos que han puesto en mi boca. Con mis debilidades y errores. ¡Te adoro cada vez que Te siento a mi alrededor! ¡Te adoro cada vez que rememoro Tus múltiples maravillas! ¡Te adoro en función de Ti, de quien eres Tú en mí!
«..Es más, creo que nada vale la pena comparado con el invaluable bien de conocer a Jesucristo, mi Señor. Por Cristo he abandonado todo lo que creía haber alcanzado. Ahora considero que todo aquello era basura con tal de lograr a Cristo» (Filipenses 3:8)
Gloria a Ti amado Señor, por hacerte fuerte en mi debilidad.
Por enseñarme a obedecerte y rendir mi voluntad a la Tuya.
Gloria a Ti por honrarme al hacerme Tu sierva e hija.
Continúo esperando lo que tienes en mente…
Tu mano está sobre mí. Me dejaré sorprender.
Sí, Yo le amo!